Se’irim.

Los Se’irims son seres de raza humana, su existencia en Rahaylimu es mucho más reciente que el de la mayoría, se remonta a unos pocos milenios atrás, aparecieron en una época en la que los Sintiary y los Hartach hacía poco que se habían proclamado como vecinos territoriales. En la actualidad, poseen el mayor número de población, extendiéndose por muchos territorios a lo largo de todo el globo, la saga transcurre en la región de Rethah uno de estos territorios, cuya capital es la gran e imperial ciudad de Rialtor, desde donde parten nuestros protagonistas hasta llegar la aldea de Galdin, donde comienza nuestra historia.

Son una raza pacífica, mediadores en las disputas, buscan el diálogo y la sensatez para resolver conflictos, no obstante, no se les debe subestimar, los Se’irims son poderosos y muy versátiles en sus estilos de combate. No poseen una habilidad natural o ancestral como los Sintiarys o los Hartach, debido a su capacidad espiritual y arcana, pueden escoger el o los talentos a desarrollar, ya sea decantarse a la magia, o al combate físico, tanto de manera ofensiva como defensiva. Para realizar y alcanzar dichas habilidades, todos los Se’irims que desean seguir ese camino, deben realizar un peregrinaje a muy temprana edad, lleno de pruebas, misterios y aventuras, donde aprenderán en su camino cuál es su mayor virtud y obtendrán su recompensa, recibiendo conocimientos de grandes maestros, ruinas, escritos, e incluso algunos nuevos desarrollados por ellos mismos.

Una vez son conocedores de su especialidad y tras un duro entrenamiento, combaten cualquier amenaza si el diálogo no les resulta eficaz, no obstante y a pesar de su peregrinaje, se dice que los verdaderos maestros y portentos de la raza Se’irim, realizan un segundo peregrinaje en su etapa adulta, especializándose en su rama escogida para pasar a ser maestros o diversificándose pasando a ser sabios y versátiles, sin embargo la dureza de este es conocida por todos, incluso puede llevarles a la muerte, pero los que logran superarlo, son dotados de habilidades que hasta para ellos son inimaginables.

Otro rasgo a destacar, es la gran curiosidad por explorar los más recónditos y secretos lugares de Rahaylimu, es solo uno de los motivos por el que hacen el peregrinaje, les entusiasma investigar todas las rarezas que hay escondidas, porque las hay, y muchas, ya sean procedentes de una civilización ancestral, por los Sanrak, quienes esconden objetos de gran valor mágico, ya sean lugares o historias históricas, runas o armas y armaduras legendarias que albergan un gran y desconocido poder, cualquier cosa oculta y de rareza para ellos, la intentan aprender, averiguando todo sobre estas. Su juventud como raza los limita en conocimiento, en comparación a otras, aun así, es cuestión de tiempo que los alcancen e incluso los superen, ya que tienen un gran espíritu de superación que les impulsa a ello.

Hartach

Otra de las razas ancestrales en Rahaylimu, conocida por sus artes demoníacas,  su sustento principal para su existencia es la absorción de almas, de cualquier ser vivo, sea animal o vegetal, por lo que les es característico que el paisaje de su territorio sea árido y oscuro, todo su entorno está seco, cubierto de vastas extensiones de arena negra y formaciones rocosas. A pesar de que su estilo de vida sea abominable para el resto de razas en Rahaylimu, no son una raza hostil, viven pacíficamente en diferentes sociedades nómadas, viajando en busca de las almas que por sí solas repueblan sus dominios. Por eso, hace unos pocos miles de años, abandonaron de cierta manera su condición nómada, aunque su estilo de vida no haya variado en demasía, pues siguen sin asentarse y siguen moviéndose según les convenga, lo que sí han hecho es acotar y delimitar su territorio, acomodándose en cierta manera junto a la frontera Sintiary, pues su condición de creadores de vida les proporciona un constante e inigualable flujo de almas de las que poder alimentarse para sobrevivir. Creando entre ambas razas una rivalidad natural.

En cuanto a su estilo de vida, son seres de gran longevidad ya que los más ancianos pueden llegar a tener cerca de doscientos años. Un hecho destacable en esta raza es que no poseen una misma morfología a lo largo de su vida, ya que a rasgos generales pasan por cuatro estadios, en los que en cada uno de ellos tienen una aparecía muy distinta a las demás , la más habitual, por su longevidad, es la cuarta, en la que adoptan forma humanoide, de piel escamada, que les otorga gran resistencia y protección, es destacable en ellos su cornamenta, en cada uno de ellos es totalmente diferente a la del resto, siendo así como su sello identificativo o huella dactilar.

No obstante hay un quinto estadio en su raza, tan solo unos pocos consiguen llegar a él, adquiriendo así gran conocimiento, sabiduría y poderes que ningún otro puede poseer. Los pocos que consiguen alcanzar este estadio son los que son nombrados líderes de la raza y controlan las diferentes colonias nómadas extendidas por todo el territorio Hartach. Nadie osa llevarles la contraria a ninguno de sus líderes ya que el respeto que adquieren por llegar a ese estadio es inigualable.

Tienen como gran aliado el dominio de las artes oscuras, que adquieren de forma natural y se acrecienta conforme van superando estadios. A cada uno de ellos se le es otorgado unas habilidades básicas y específicas en uno de los diferentes campos y estilo de vida con el que deberán convivir a lo largo de sus vidas, siendo expertos en el combate al llegar al cuarto estadio sea cual sea su especialidad.

Otra característica es que solo pueden reproducirse en el cuarto estadio, momento en el cual pueden transmitir a través de sus genes el potencial y el avance evolutivo apropiado para sus crías.

Sintiary

Esta es una de las razas más antiguas de Rahaylimu, creadora de vida y protectora de la naturaleza. Estos seres son almas, energía pura que emana del manantial de las almas, adoptan formas antropomorfas, haciendo uso del entorno, raíces, ramas, arbustos y árboles para tornarse corpóreos.

Su historia se remonta a muchos años atrás en el tiempo, se comenta de ellos en otras razas, que crearon el planeta y lo dotaron de vida, ideología muy extendida, pues durante su existencia han vivido y se han dedicado por completo a llenar de vida Rahaylimu, colmando cada palmo de terreno de vegetación, lo más destacable en sus vidas fue una gran guerra que detuvo sus quehaceres para defenderse de la raza Hartach, que por antagonismo necesitan de la absorción de la vida para su existencia. Dicha guerra, fue provocada por sus diferencias y para más inri, son desde hace un pasado no muy lejano territorios vecinos, sin embargo la gota que colmó el vaso, fue cuando intentaron invadir el territorio en el que vivían los Quida, otra raza que fue extinta por una catástrofe natural. En dichas tierras, había propiedades que beneficiaban a ambas partes. Tras varios intentos y la negativa a ceder, fue imposible llegar a un acuerdo de reparto equitativo, la guerra fue inevitable, pero a pesar de largos años de combate, en los que, no se proclamaba ningún vencedor, hubo una batalla final en la que enviaron la mayor parte de sus ejércitos, siendo esta de una magnitud devastadora, arrasando y sesgando la totalidad de las vidas de quienes participaron en ella, además de destruir gran parte del territorio. Tras la derrota de ambos ejércitos, finalmente comprendieron que aquello no llevaría a ninguna parte, pero no antes de aportar, involuntariamente, lo que sería la peor de las catástrofes mágicas, el residuo arcano. Este se genera tras la utilización del poder arcano, en ínfimas cantidades, apenas perceptible y nada dañino para ninguna de las especies de Rahaylimu, excepto si este se concentra en grandes cantidades, cosa que la guerra propició. Tras esto, firmaron un tratado de paz, dejando el territorio de los Quida a su suerte, quedando inhabitable por eones.

Por lo que respecta a su estilo de vida, se puede destacar la versatilidad al crear ciudades o aldeas, pues todas son creadas haciendo uso de la magia, haciendo que la vegetación de los bosques se adapte a sus necesidades, adquiriendo formas y creando estructuras según sus necesidades en cada momento, sin ser estas fijas, siempre en constante cambio, de manera que cuando no se hace uso de ella, vuelve a su estado natural. Su capital es Boleriana donde reside su líder, la que posee el alma más antigua y más sabía de todos ellos, no obstante, a pesar de toda su experiencia, no ha sido capaz de llegar al nivel de ‘ahlua, la maestra de maestras entre todos los Sintiary, ella fue un icono para todos ellos, y aún en la actualidad se la recuerda y venera. Se le otorgó un altar oculto en las profundidades del bosque, donde reside lo que queda de su alma, proporcionando vida y energía arcana en aquel lugar. Junto a Luz de Ragfandor, su orbe, considerado legendario y dotado de gran poder, llegó a adquirir tal nivel de maestría, que a día de hoy, ningún Sintiary ha logrado alcanzar. Inició e instruyó a todos los Sintiary en el arte arcano de la creación y conservación de la vida.

Rahaylimu

Rahaylimu es el nombre del planeta en el que se desarrolla esta historia, Sansfear y Angeal, los protagonistas, son Se’irim, humanos que viajan y se encuentran con Galdin, una aldea en territorio Rethah. Los Se’irim son pacíficos y serviciales seres, que protegen a los débiles y combaten a los opresores. Los Sintiary son una raza energética, que toma forma física a través de la naturaleza, adoptan forma antropomorfa para relacionarse con el resto de especies de Rahaylimu, se les conoce como los creadores de vida. Los Hartach, también de morfología antropomorfa, se asemejan mucho a demonios, estos son los creadores de muerte, y aunque no suene muy amistoso, son una especie fascinante y compleja que lucha por su supervivencia. Los Sanrak, una orden de magos ancestrales expertos en el uso de la magia rúnica, amantes del conocimiento y muy reservados, de apariencia dura, piel azul y llena de símbolos rúnicos. Los Goritias, se originaron como especie al sur de la gran falla, evolucionaron de un insecto, tras miles de años de evolución, estas grandes criaturas se han reproducido y extendido por el territorio sin oposición, hasta que por motivos geográficos se han encontrado con los Se’irim y los Sanrak, temiendo a estos últimos, pues sus conocimientos mágicos contrarrestan a grandes rasgos su forma de actuar. Quedando  por el momento solo un sitio por el que expandirse, el territorio de Rethah.

Al norte de los territorios de los Se’irim, Sintiary y Hartach, vivían los Quida, raza que se extinguió, pues vivían en una fértil y verde llanura que sufrió una gran catástrofe natural, su territorio se emplazaba sobre una gran caldera que entró en erupción. Tras la explosión y la siguiente nube piro plástica, los pocos que sobrevivieron fueron esparciéndose por el mapa y  pereciendo. En la actualidad de esta historia, a este territorio se le conoce como la región prohibida, pues años después de la catástrofe, tanto los Sintiary como los Hartach iniciaron una guerra por la conquista de este, conocida como la Guerra Antigua, ningún bando venció, ambos se vieron mermados de tal manera que desistieron en su conquista, no antes de aportar, involuntariamente, lo que sería la peor de las catástrofes mágicas, el residuo arcano, tornando el rico ecosistema de esa zona en un páramo desolado, en el que solo mora el residuo arcano y las almas de los que perecieron en la catástrofe junto a los caidos en la guerra antigua.

Descripciones

Vamos a enriquecer tanto la página como la historia añadiendo el lore(historia) y descripciones de todo lo que tiene que ver con el mundo de Rahaylimu. Se colgará periódicamente en las entradas del blog la nueva y se incluirá dentro del apartado correspondiente dentro de la web.

Espero que os guste, saludos. Y ojo a los spoilers. 

Baluarte Salvana.

Mir llegó a la puerta del Baluarte, este presenta unas columnas de ladrillos de piedra rojiza, inclinadas desordenadamente, encumbradas por un arco tudor abocinado y asimétrico a modo de porche, resguardando un gran portón de madera de sequoya, los muros son robustos y escorados hacia dentro, concibiendo una cúpula sexpartita desigual en su interior, grandes vitrales en forma de lágrima en las paredes laterales y un campanar que se alza en lo más alto de la esquina sur-este del edificio. Mir hizo sonar el picaporte enérgicamente.

  • Mir: Riiiiin soy yo, Mir, ¿estás en casa?, hay un mago elemental en la entrada sur que pregunta por ti.

Al no obtener más que el silencio por respuesta, Mir tiro del picaporte, comprobó que la puerta estaba abierta y entró al gran recibidor. Este, amueblado como en una gran biblioteca, con una gran mesa central cubierta de pergaminos y mapas de diferentes regiones de Rahaylimu, miró en todas direcciones y vio una de las dependencias iluminada. Corrió hacia ella y pudo observar que la estancia estaba colmada de raíces, hiedras, pequeños arbustos y flores silvestres, al entrar vio a Rin sentada en el suelo en posición de loto, los ojos cerrados y rodeada de velas distribuidas por toda la sala, blancas en el umbral de la puerta y ventanas, y azul celeste rodeándola, dando así, un ambiente cálido y acogedor. A su alrededor, casi imperceptible, se apreciaba un aura de energía traslúcida que su cuerpo parecía estar absorbiendo. Rin es una mujer hermosa y enigmática, de proporciones menudas, con ojos grises y rasgados, de mirada penetrante. Su cabello largo y canoso hasta la cadera, trenzado y anudado en su extremo con bellas plumas de águila real. Las arrugas de su frente revelan su mediana edad, la piel de su rostro está trazada con pinturas en tonos rojizos y verdes, símbolos de su erudición. Vestida con una mezcolanza de telas y plumas, ornamentada con orfebrería a base de minerales, corteza, hojas y raíces, sus pies curtidos lucían unas babuchas con el talón descubierto. Mir sabía que estaba meditando, ya que en alguna otra ocasión le había visto hacerlo, aun así, se acercó a ella despacio, le tocó con una mano en su hombro, y le susurró…